Es muy importante contar con la vitamina C para nuestro bienestar, puesto que interviene en muchos procesos fisiológicos. No sólo se encarga de estimular el funcionamiento del sistema inmunitario, sino que también aporta a la producción de colágeno y contribuye en absorber el hierro. Pese a todo ello, el cuerpo humano no tiene la capacidad de generarla, es por ello que tenemos que adquirirla de los alimentos.
¿Qué es la vitamina C?
El ácido ascórbico o como mejor la conocemos vitamina C, se consigue de forma natural en ciertos alimentos, sin embargo, también se puede conseguir a nivel de laboratorio, siendo este un elemento básico de los multivitamínicos. En el caso de las personas no tenemos la capacidad de producir la vitamina C, por lo tanto, tenemos que suministrarla a nuestro cuerpo por medio de las comidas.
¿Para qué sirve la vitamina C?
- Es un efectivo antioxidante, puesto que protege las moléculas de los daños que puedan ser ocasionados por los radicales libres e incluso produce otros antioxidantes de las heridas.
- Participa en la recopilación de colágeno, siendo este un elemento fundamental del tejido conectivo que se ubica en los tendones, huesos, ligamentos, vasos sanguíneos y la piel, haciendo una acción estructural y ayuda considerablemente a cicatrizar las heridas.
- Ayuda con el funcionamiento del cerebro impulsando la síntesis de varios neurotransmisores, las sustancias que conceden la comunicación entre las neuronas. Además, promueven el incremento de las células nerviosas y dispone de efectos positivos al respecto de la memoria y el aprendizaje.
- También tiene la capacidad de promover la síntesis de carnitina, este es un aminoácido que se encarga de trasladar los ácidos grasos al interior de las células con el objetivo de cambiarlos en energía. Este procedimiento genera una perdida de grasa corporal, disminuyendo la fatiga muscular y agiliza la restauración física luego de realizar ejerció.
- Contribuye al cuerpo con absorción de hierro ayudando a prevenir la anemia y la sensación de cansancio por tener bajos los valores de hierro.
Las 3 mejores ventajas de la vitamina C para el bienestar de nuestra salud
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Fortalece nuestras defensas
La vitamina C tiene entre sus cualidades fortalecer el sistema inmunitario puesto que promueve la fabricación de los glóbulos blancos, cuya función es protegernos de las infecciones. Por cierto, tener bajo los valores de la vitamina C se ha vinculado con el incremento de la posibilidad de contraer enfermedades como la neumonía.
Asimismo, la vitamina C es parte del sistema de defensa de la piel, ya que actúa como un antioxidante y ayuda a fortalecer su carrera natural. Es por ello que la ingesta de complementos de vitamina C duplica la rapidez de curación de las ulceras en la piel.
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Disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas
La vitamina C tiene otra cualidad, es un poderoso antioxidante. Hay veces que los radicales libres se acumulan en el organismo creando estrés oxidativo, el cual se ha vinculado con un gran número de afecciones crónicas y degenerativas, entre ellas el cáncer, la artritis reumatoide, los trastornos autoinmunes, enfermedades neurodegenerativas y las cardiovasculares.
Además, no sólo disminuye el riesgo de sufrir estas patologías, sino que también varios estudios proponen que puede llegar a ser un tratamiento muy efectivo para elevar la calidad de vida o de supervivencia en aquellos que tienen enfermedades de gravedad o crónicas como la diabetes y el cáncer.
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Conserva bajo control la presión arterial
Un elemento de riesgo para el surgimiento de enfermedades cardiovasculares es la hipertensión. No obstante, la vitamina C tiene la capacidad de mitigar la presión arterial, independientemente igual en las personas hipertensas o en aquellas normotensas.
Se ha realizado un análisis en la Escuela de Medicina Johns Hopkins que dio a conocer que los complementos de vitamina C rebajan la presión arterial sistólica (el nivel superior) en 4,9 mmHg y la presión arterial diastólica en 1,7 mmHg en los individuos con hipertensión. Es posible que esa acción positiva se deba a que la vitamina C aligera los vasos que trasladan sangre desde el corazón, lo que ayuda a disminuir los valores de presión arterial.
¿De dónde se puede adquirir la vitamina C que requerimos?
La vitamina C es hidrosoluble, esto quiere decir que no va a estar almacenada en nuestro cuerpo por mucho tiempo. De ahí que las mujeres tienen que consumir 75 mg por día, en cambio los hombres deben ingerir unos 90 mg al día. Los alimentos que tienes que implementar en tu dieta son los siguientes: cítricos, papaya, arándanos, moras, mango, kiwi, fresas, guayaba y sandía. En el caso de las verduras que contienen mayor cantidad de vitamina C se incluyen el brócoli, tomates, los pimientos verdes y rojos, col de Bruselas y espinacas.
Sin embargo, si se necesita una dosis extra o prefieres garantizar que el consumo sea el más adecuado, el Acerola 1000 Efervescente te lo proporciona. Siendo este un comprimido efervescente con sabor a frutos rojos que contiene acerola, un fruto que dispone de 20 veces más vitamina C que la naranja. Debido a que su vitamina C es de origen natural, tu organismo se beneficia un 48 % más que las sintéticas y además podrá conservarla mejor, puesto que su erradicación por medio de los líquidos se disminuye en un 48,7 %.
Este comprimido efervescente es más efectivo en menores porciones que sus homólogos sintéticos ya que a la larga es más seguro, puesto que, a diferencia de las vitaminas sintéticas, las vitaminas naturales cuentan con otros componentes. De este modo, permiten que se absorban más y se eliminen menos, logrando ser más efectivos. Sin duda alguna, la vitamina C es una fantástica solución para reducir la fatiga, mitigar el cansancio y promover el normal funcionamiento del sistema inmunitario.