Sergi García aún no sabe por dónde empezará la ESO el año que viene // Foto: Volem Signar i Escoltar
El caso de Sergi García, un niño sordo de 12 años que se comunica en lengua de signos catalana (LSC) ha puesto frente al espejo el modelo de educación inclusiva en Cataluña. Con el inicio del plazo de matrícula para el próximo 1º de ESO -del 8 al 20 de marzo-, este niño que necesita un entorno rico en LSC para desarrollarse y aprender en igualdad de oportunidades, no tiene garantizada una escolarización adecuada a sus necesidades específicas.
Este año Sergi cursa sexto de primaria en la Escola Tres Pins de Barcelona, la única escuela ordinaria de Cataluña con una modalidad educativa bilingüe en LSC y lenguas orales locales (catalán y castellano), un centro que no No ofrecen posibilidad de estudiar la ESO el año que viene.
Ante esta situación, el Consorcio Educativo de Barcelona propuso a la familia de Sergi preinscribirse para el próximo año en el Instituto El Bosc, un centro que pretende implantar la modalidad educativa bilingüe que necesita el alumno, pero siendo Sergi el único alumno sordo que utiliza el LSC.
La familia se opone a esta opción porque cree que ser el único alumno sordo del centro podría causarle “aislamiento y trauma emocional y social” que afectaría a su desarrollo personal y aprendizaje. Por eso, han propuesto a la dirección de la Escola Tres Pins que su hijo pueda repetir curso el año que viene, con el fin de incorporarse a un grupo de cinco o seis alumnos sordos que pasarán a quinto de primaria el curso siguiente, para luego seguir adelante. a todos comenzando juntos la fase de ESO en Y24-25.
Además, tanto la madre del estudiante comoAsociación Queremos firmar y escucharorganización que está apoyando a la familia, creen que repetir el curso le permitiría a Sergi consolidar su aprendizaje, madurar y sobre todo asegurar el bienestar emocional del niño y evitar el aislamiento.
Por otro lado, desde el entorno estudiantil se entiende que la propuesta que les hace el Consorcio es contraria a la definición de bilingüismo del Consejo de Europa y se aparta de los dictámenes de la convención de la ONU, que reconoce el derecho de todas las personas sordas. los niños adquieran un lenguaje natural desde los 0 años y cuenten con profesores y compañeros sordos y oyentes para desarrollarse socialmente en un entorno educativo verdaderamente inclusivo.
La posición de la madre de la alumna, Raquel García, es clara. “Para mí, la repetición es obviamente la solución menos negativa. Mi hijo se comunica solo en lengua de signos y ser el único alumno sordo le provocaría un gran aislamiento. Sería un sufrimiento constante tanto para mí como para mi hijo”, explica. “Desde el centro me dicen que no conviene que se repita por motivos afectivos y sociales, que no entiendo, porque precisamente por esos motivos queremos impedir que vaya al instituto El Bosc. solo”dice la madre, que incluso acudió a la Defensoría del Pueblo para explicarle el problema que tiene su hijo.
En la misma línea se encuentra Marian González, presidenta de la asociación Volem Signar i Escoltar. “El Consorcio Educativo debe dar una alternativa a la situación de Sergi que no sea el Instituto El Bosch, donde el alumno sufriría una clara discriminación. Sergi es un chico con sordera profunda que necesita recursos especiales, que seguramente no podrá recibir en el nuevo centro “asegura
Del presidente de Volem Signar i Escoltar “La mejor solución es que repita para que no se vulneren sus derechos. No entiendo la negativa del centro, porque hay circunstancias educativas y sociales que justifican repetir el curso”.
Marian González va más allá y así lo cree “Quizás detrás de la ubicación del centro haya una posible intención del Consorcio de fusionar el colegio Tres Pins y el IM El Bosc, decisión que claramente perjudicaría a los alumnos sordos porque se matizaría aún más en un centro mucho más grande”. “Para mí, la mejor solución sería crear una escuela en Tres Pins”, concluye el presidente.
Sea como fuere, González lamenta esta situación porque conoce muy bien el tema: “Soy maestra de educación especial y trabajo con estudiantes con diferentes tipos de discapacidades y me atrevo a decir que los estudiantes sordos son los que peor están educativamente”.
Por su parte, la directora de la Escola Tres Pins, Sonia Bajoz, en el cargo desde el pasado mes de septiembre, no ha querido hablar del caso de Sergi García como un asunto excepcional. “En nuestro centro tenemos 22 alumnos sordos y con todos ellos se sigue el mismo protocolo para evaluar su situación tanto educativa como social y emocionalmente. Se analiza la forma de comunicarse de los alumnos y es evaluado por un equipo de profesionales para asegurar su bienestar emocional y social. bienestar, porque lo que se quiere es lo mejor para cada alumno”explicó el director.
Excepcional o no, lo cierto es que el caso de Sergi García tiene algo de conocido, que ha llegado a oídos de la directora general de Educación Inclusiva, Laia Asso, de la directora del Consorcio Educativo de Barcelona, Mercè Massa, y de la La propia alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que se ha comprometido a visitar el centro en los próximos días para tratar el tema.
De momento, ya ha comenzado el plazo de preinscripción y la familia de Sergi García vive con la tristeza de no saber aún dónde estudiará su hijo el curso que viene. Un auténtico reto para marcar el modelo catalán de educación inclusiva.