La Navidad en casa es muy diferente a la Navidad cuando eres niño.
Mi madre nos inundaba de regalos… demasiados regalos… y demasiado dinero gastado.
Pero cuando tuve mis propios hijos, no podía imaginarme una Navidad de otra manera.
Así que cuando me convertí en madre, hice lo mismo que mi madre: docenas de regalos ofrecidos y cientos de euros gastados.
No fue hasta un año después de mi divorcio que me di cuenta de lo loco e incontrolable que se volvieron mis compras de Navidad.
Ese año, mis hijos no sólo obtuvieron una docena de regalos míos… sino que también obtuvieron muchos de ellos de tu padre… de tu abuela, tus tíos y tías.
Mis hijos recibieron tantos regalos que pudieron ser cubiertos con regalos de pies a cabeza!
La peor parte es que si les preguntaste qué habían recibido en Navidad, ¡ni siquiera recordaron uno de tus regalos!
En 2011, pusa un STOP en el frenesí de compras de Navidad y les dije a mis hijos que sólo recibirían 4 regalos de mí. Sólo 4, no más.
Por supuesto, me dije a mí misma que no les iba a gustar en absoluto y que iban a cabrearse conmigo.
¡Pero de hecho, en absoluto! Aceptaron sin dudarlo!
Así que ahora cada Navidad, mis hijos reciben los 4 tipos de regalos que ves abajo.
Y esto es lo que sale: mis hijos están más agradecidos por los regalos que reciben, se acuerdan de cada regalo y ahora pasamos más tiempo juntos como familia en vez de pasar tiempo recogiendo los papeles del regalo!
Entonces, ¿también vas a aceptar este desafío para Navidad? Recuerda, no más de 4 regalos por niño:
1. Algo que quieren.
2. Algo que necesitan.
3. Algo que ponerte.
4. Algo para leer.
Creo que te sorprenderás de cómo tus hijos reaccionarán ante este nuevo tipo de regalo!
Tu turno…
¿Qué te parece esta idea? Cuéntanoslo. Esperamos tus comentarios!