El tenista forma parte de una corta lista de famosos que eligen los barcos más caros para descansar.
Rafael Nadal ha forjado una carrera envidiable en el tenis. Actualmente, ocupa el tercer lugar en el ranking ATP, liderado por el reciente campeón Carlos Alcaraz, seguido de cerca por el nórdico Casper Ruud. Durante su carrera, el balear ganó innumerables trofeos, medallas y premios que, además del prestigio deportivo, le dejaron muy buenos beneficios económicos.
Rafael Nadal, que vive un momento personal único mientras espera junto a su mujer la llegada de su primer hijo, sabe lo importante que es descansar y poder relajarse entre las competiciones en las que participa. Por ello, hace unos años decidió hacer una adquisición que muy poca gente podía permitirse. Gracias a su larga y exitosa carrera, pudo disfrutar de uno de los barcos más hermosos que jamás haya visto el Mediterráneo.

El barco, que recibió el nombre de “Gran Blanco”, yace en la costa de las Islas Baleares, hogar del ganador de 22 torneos de Grand Slam. Es un catamarán, es decir un barco que tiene 2 cascos opuestos que sirven para dar estabilidad al barco. Según fuentes especializadas, parte de 2 motores gemelos internos que alcanzan una potencia de ni más ni menos de 1200 caballos de fuerza.
El barco tiene capacidad para casi diez personas y tiene un total de 4 dormitorios o camarotes de invitados. La sala principal, por su parte, cuenta con un hermoso balcón y una televisión de última generación que el deportista utiliza tanto para ver películas y partidos como para jugar a la “PlayStation”, una de sus aficiones favoritas. Por supuesto, eso no es todo; La propiedad del colega de Novak Djokovic puede servir perfectamente como casa, ya que hay, además, una sala de estar y un comedor. El ’80 Sunreef Power’, el modelo del marido de Xisca Perelló, cuesta alrededor de 5,5 millones de euros.
Hace algún tiempo, su colega serbio compró un “Sunseeker Manhattan”, pero terminó deshaciéndose de él por razones desconocidas. recibido, por su parte, no compró ninguno, aunque es costumbre que alquilen, de vez en cuando, este tipo de establecimientos para descansar y viajar con sus familias. Ahora, tras su retiro, seguramente lo veremos paseando en una de estas “casas flotantes”.
La mayoría de las personalidades en nuestro país que tienen la oportunidad de acceder a este tipo de inmuebles son empresarios o directivos de alguna entidad. Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, es el propietario del ‘Pitina’, un yate que bautizó en honor a su mujer, que está a la venta, aunque acaba sacándolo por mucho menos de lo que invirtió en él.

Amancio Ortega, uno de los comerciantes más importantes de nuestro país, es el propietario de “El Llovizna”, que cada verano tiene la tradición de surcar el mar que recorre las costas desde el Cap de Creus hasta Algeciras. Y es que, aunque parezca difícil de creer, la suma que el empresario pagó por él fue de 50 millones de euros. Con la bandera maltesa ondeando en el mástil de popa, el fundador de Inditex y su familia viajan a los destinos marítimos más paradisíacos.
Rafael Nadal Estas son las pocas personas que pueden permitirse el lujo de mostrar este tipo de propiedad. La familia Villar Mir, Isak Andic, creador de Mango, Rafael del Pino y Carmen Cervera se suman a la lista de ilustres españoles que han adquirido este tipo de veleros. Tú, ¿conocías sus “residencias acuáticas”