La empresa cuenta actualmente con 5 trabajadores con discapacidad intelectual // Foto: FVO
En 2006 la empresa Fraikin ha decidido apostar, más allá de lo dispuesto en la transposición de la Ley Lismi, por la inserción laboral de personas con discapacidad como forma de compromiso social, y para dar visibilidad en el mundo empresarial a una parte de la sociedad.
Los primeros pasos: las primeras contrataciones
La idea de contratar a una persona con discapacidad nació de un cambio de voluntad y pensamiento con responsabilidad social. En Fraikin queríamos devolver una ventaja a la sociedad además del cumplimiento directo de la ley. Así, hace unos años contábamos con una sola persona y subcontratábamos firmas especializadas para cumplir con lo que se conoce como ley Lismi. El compromiso de estas primeras incorporaciones se ha mantenido firme y actualmente contamos con 5 personas en plantilla con contrato indefinido; 4 con discapacidad física y 1 con discapacidad intelectual. Esto representa el 2,3% de la plantilla. Esperamos incorporar una segunda persona con discapacidad intelectual en las próximas semanas.
Al margen del compromiso social de contribuir a visibilizar una realidad de nuestra sociedad y brindar oportunidades laborales reales, cabe señalar que es una experiencia muy satisfactoria en casi todos los casos. El equipo discapacitado suele dar una lección de vida en cuanto a superación, la sociedad muchas veces les ha recordado lo que no pueden hacer y muy pocas veces les recuerda lo que pueden hacer. Por eso ese espíritu de superación constante, así como su entusiasmo, son grandes valores y aprendizajes que hemos incorporado a todo el equipo de Fraikin.
Pero la incorporación de profesionales con discapacidad requiere tiempo y desarrollo tanto de la empresa como de las personas. Al momento de la incorporación de personas con discapacidad intelectual, la empresa fue capacitada y sensibilizada con el apoyo de la Fundación Valles Oriental. para el sargentoy «la primera relación laboral con personas con discapacidad fue aquí en Fraikin» y en su equipo cuenta con dos personas con habilidades diferentes y se destaca su proactividad y ganas constantes de aprender. Por otro lado, Cesc valora especialmente la diversidad de todo su equipo: “Aquí hay personas con capacidades muy diferentes y hay personas con discapacidad que, aparte de adaptaciones logísticas, no han tenido que hacer ningún tipo de adaptación ni trato diferente. Cada persona es un mundo. Por ejemplo, Núria, una compañera discapacitada del departamento administrativo, toca muchas cosas diferentes y cuando no entiende algo lo dice. Otra persona puede no decir nada y eso es muy positivo a nivel de producción». Y con la ayuda de la Fundación hemos adaptado nuestras necesidades como empresa a la realidad y capacidades de las personas y, lo más importante, hemos conseguido concretarlas y darles continuidad. La OAV también nos ha ayudado mucho en la comunicación, en establecer relaciones de comprensión y confianza, en conocer sus capacidades y dificultades para acogerlos adecuadamente. Además, con la Fundación tenemos la suerte de tener un seguimiento y una conexión a lo largo de la etapa profesional de cada persona.
Necesitamos más apoyo de la administración.
La apuesta de Fraikin y empresas por la contratación y contratación de personas con discapacidad es firme, pero se necesita más apoyo del Gobierno y de la administración pública en general. Cuesta entender que de las 5 personas que han sido contratadas no se haya recibido ningún subsidio económico ni ayuda. En teoría se espera alguna ayuda, pero exigen una lista interminable de requisitos de los que solo falta uno, por mínimo que sea, la empresa se queda fuera. En este sentido, hay un campo de mejora muy amplio a cubrir, como asignar una subvención directa por el simple hecho de contratar de forma permanente a una persona con discapacidad o disponer de un portal donde las personas con discapacidad puedan registrarse como demandantes de empleo y sea accesible para las empresas.
Personas con discapacidad que trabajan en Fraikin: una historia de éxito
Elisabeth, Pau, Xavi y Núria son cuatro de los profesionales, con diversas capacidades, del equipo Fraikin. Per Pau, de 33 años y del departamento de compras, está muy contento de compartir lo que es «Mi primer trabajo. Terminé mi licenciatura y maestría y me fui a trabajar aquí. Nunca me di cuenta de que me contrataron por mi discapacidad sino, al contrario, por mis habilidades” y define la responsabilidad de su trabajo para la adquisición de vehículos y la pista como uno “satisfacción personal, independencia, autonomía, sentirse útil. También tienen la capacidad de promover. Además, los compañeros son maravillosos y siempre te ayudan”. En cambio, Xavi destaca ante todos, desde el departamento de Postventa con casi 7 años de experiencia en la empresa “poder tener estabilidad, hacer planes de futuro y tener un contrato con unas condiciones dignas, y aquí lo tengo. Levantándome por la mañana y con ganas de venir a trabajar”. Finalmente, Núria comparte su viaje de superación personal. «Cuando hacía las entrevistas no decía que tenía una discapacidad y en algunas ocasiones sentí algo de discriminación. Cuando la Fundación me ofreció el cambio, de trabajar en el sector de la hostelería a Fraikin’s, estaba muy contenta, ahora estoy más tranquila, más feliz, mis compañeros me tratan muy bien y tenemos unas condiciones laborales excelentes».
Fuente: Fundación Valles Oriental (UFV)
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