Una vez más, la polémica envuelve a la presentadora de Mediaset.
Joaquín Prat entró en el ojo del huracán tras comentar una de las últimas reformas que han hecho a bares y restaurantes en España. Desde el pasado mes de abril se debería ofrecer agua del grifo gratis a los clientes, sin embargo, no todos los empresarios estarían de acuerdo con la consigna.
Por supuesto, cualquiera que no respete esta regla será denunciado, por lo que Joaquín Prat y el resto del equipo de ‘Ya es mediodía’ se desplazó a uno de esos lugares a los que se les advirtió que hablaran con su propietario, Sergio Blázquez.

El mesonero de Pedraza aseguró la periodista que no está de acuerdo con los cambios e incluso ha explicado sus razones para cobrar a sus clientes 4,5 euros por un vaso de agua del grifo. Los consumidores no pagarían por el agua en sí, sino por el servicio de llenar el recipiente y llevársela a la mesa.
tú podrías estar interesado
-
JOAQUIN PRAT
El futuro de Joaquín Prat, condenado por Ana Rosa Quintana
-
TELECINCO
Telecinco sufre el peor revés de su historia
Antes de la confesión, el periodista que se encontraba en el establecimiento con el gerente y el resto del plató quedó sorprendido, un precio alto si hablamos de agua. Ante la cara confundida del periodista, Blázquez decidió brindar una aclaración adicional: “Si te lo sirvo en la mesa, tiene trabajo. Tendré que recuperarme”.
Convicción de empresario por el precio de su tarea perturbada Joaquín Prat y el resto de profesionales de Telecinco, obligando al maestro de ceremonias a interrumpir bruscamente la entrevista. El comunicador no entendió por qué este hombre estaba cobrando algo que otras empresas no cobraban, aunque sus preguntas solo enojaron y pusieron a la defensiva al entrevistado, sin embargo, el comentarista quiso calmar las aguas y le preguntó a su invitado cuál era el mejor platillo del menú. , a pesar de que no funcionó como se esperaba.
Me parece que no me entendiste. Le dije que esperaba poder disfrutar del cochinillo y el cordero, pero ya perdí las ganas.
Las respuestas hostiles de Sergio despertaron la ira. Joaquín Pratluego de expresar la confesión y su disgusto, descartó la conexión para evitar más comentarios involuntarios.