los Fundación Randstadcon Investigación de Randstadanalizó la empleabilidad de las personas con discapacidad por nivel educativo a partir de los datos de la Encuesta de Personas con Discapacidad publicada por el INE en diciembre de 2020.
Según estos datos, en España hay 1,93 millones de personas con discapacidad en edad laboral (16 a 64 años), lo que representa el 6,3% de la población total en este grupo de edad. Una de las características de este grupo es la baja participación en el mercado laboral. Solo 664 mil personas son activas y tienen una tasa de actividad del 34%, lejos del 76% de las personas sin discapacidad.
En 2020, las personas de este grupo con muy bajo nivel educativo representaban el 10% del total y aunque este porcentaje duplica al de las personas sin discapacidad (5,5%), su tendencia es decreciente (en 2014 este grupo suponía el 17%).
La educación secundaria fue la principal opción formativa de las personas con discapacidad y en 2020 representó el 63% del total de activos con este nivel de formación, superior al de las personas sin discapacidad (51%). Más de la mitad de las personas con discapacidad en edad de trabajar tienen un nivel educativo medio.
Finalmente, el porcentaje de personas activas con estudios superiores ya representa el 27%, lejos del porcentaje de personas sin discapacidad (43%), pero con una clara tendencia al alza.
Si miramos la evolución desde 2014, podemos decir que 90.000 personas con discapacidad más acceden a estudios secundarios y/o universitarios, haciendo que estos niveles de formación ganen peso para el conjunto de la población con discapacidad en edad laboral.
En cuanto a la educación secundaria, la evolución de las personas con discapacidad también ha crecido significativamente un 20% desde 2014, por lo que para las personas sin discapacidad la tasa es negativa ya que disminuye el número de personas con este nivel educativo.
El empleo de universitarios con discapacidad crece un 44% desde 2014
En otro análisis del mercado laboral de las personas con discapacidad publicado recientemente, se constató que en 2020 el número de ocupados alcanzó el medio millón y alcanzó la cifra más alta desde 2014, con una tasa de ocupación del 26,7%.
Desde 2014, más de la mitad de los empleados con discapacidad han completado la educación secundaria o han asistido a algún tipo de programa de pasantías. Este nivel de formación es el que más predomina entre las personas con discapacidad, aunque también han aumentado de peso las que tienen estudios superiores y ya suponen más del 30% del total de personas con discapacidad.
La formación, imprescindible para el empleo
Las personas con discapacidad ganan presencia en el mercado laboral a medida que aumenta su educación. Por tanto, entre las personas con discapacidad sin estudios, la tasa de actividad y empleo es sólo del 16% y el 11% respectivamente; sin embargo, en los casos en que se ha completado la educación superior, las tasas de actividad y empleo se elevan al 53% y 47% respectivamente. Es decir, el nivel de formación es una garantía para la inclusión en el mercado laboral de las personas con discapacidad.
En cuanto a las tasas de paro, el nivel de formación también incide positivamente en el paro de este colectivo, ya que a mayor nivel de formación, menor nivel de formación para el paro. Así, la diferencia entre las tasas de desempleo entre las personas con bajo nivel educativo (34%) y las que tienen estudios superiores (13%) es de 20 puntos porcentuales.
El compromiso con la formación de la Fundación Randstad
En el último año, la Fundación Randstad ha destinado 470.000 euros en formación, lo que nos ha permitido formar a 2.558 personas, más del 15% respecto al año anterior. Según datos de la Fundación, el 77% de las personas que han finalizado su formación están empleadas, un 13% más que en 2020.
“Creemos que la formación y el desarrollo del talento son fundamentales para mejorar la empleabilidad y asegurar la integración social y laboral de las personas con discapacidad en el nuevo contexto del mercado laboral”dice María Viver, directora de la Fundación Randstad.
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