Eso es lo que realmente pensaban los amigos del monarca.
Aparentemente no todo fue divertido en el safari al que fue. Juan Carlos I. y sus allegados, todo apunta a que ese fue el suceso que desencadenó el resto de problemas, algo que ya pudimos escuchar en el capítulo cuatro del ‘podcast’.
Juan Carlos I. y su querida amiga alemana había llamado la atención de todos los medios cuando se supo que habían pasado una velada juntos en un lujoso hotel, lo que la convirtió en una de las personas más hostiles de España, repudiada por toda la ciudad.
Tenemos la versión ‘Corinne y el Rey’ de lo ocurrido en África, sin embargo, Ana Romero, la primera periodista en conseguir una entrevista con la empresaria, consiguió una versión inédita de corina larsen en el que pone al rey emérito bajo otro velo.
A veces el amor por alguien nos enloquece y nubla nuestra visión de la realidad, lo que al parecer le pasó a la empresaria en su momento, pues actualmente se refiere al exmonarca como de un alcohólico consentido, con un grupo de amigos que solo seguían sus juegos. divertirse y beber un excelente vino, a su costa.
Recordemos que la excusa perfecta para este fatídico viaje había sido el cumpleaños de Alejandro, el hijo del entrañable amigo de Juan Carlos, por lo que los tortolitos tuvieron que dormir en tiendas separadas. Esta es la razón por la que recién el otro día se enteró de la caída del padre de Felipe VI.
Mientras la soberana se desplomaba de dolor, Corinne dormía cómodamente, incluso creía que no había de qué preocuparse, una caída estúpida que le podía pasar a cualquiera, sobre todo porque la royal estaba borracha y casi no aguantaba.
La ex de Philip Adkins planeaba continuar con sus actividades planeadas, creyendo que todo estaba bien y que su Rey solo necesitaba descansar, aunque su incredulidad duró poco ya que el jefe de seguridad le explicó que el equipo médico estaba sumamente preocupado y no No quiero correr ningún riesgo. La torpeza del emérito provocó que le provocara una hemorragia interna, por lo que tuvieron que regresar lo antes posible.
Juan Carlos I. tenía que volver a palacio y enfrentarse a lo que se avecinaba: una tormenta de escándalo. Aunque no debió tener un reencuentro tierno con Doña Sofía, podemos asegurar que quien lo pasó aún peor fue Corinna Larsen. Gracias a este hecho, apareció el romance entre ambos y nadie pudo continuar con la mentira.