El curso 2020-2021, el Universitat Oberta de Catalunya (UOC) contaba con 1.944 alumnos matriculados con certificado de discapacidad, además de otros alumnos con necesidades educativas específicas, como dificultades de aprendizaje, lo que la sitúa como una de las primeras universidades de España por número de alumnos con discapacidad.
Según una encuesta, el 66,03% de este colectivo recomendaría la UOC como universidad apta para personas con discapacidad (2018). En efecto, en el primer semestre de este curso académico, el servicio de atención recibió mayoritariamente asesoramiento de adaptación en caso de dislexia, seguido de asesoramiento de estudiantes con deficiencias visuales o auditivas y, finalmente, asesoramiento relacionado con la salud mental.
Segundos Marco RomeroDirector del Programa de Campo del CTIC y Profesor de Psicología y Ciencias de la Educación, “Nuestra Universidad ofrece condiciones de accesibilidad que facilitan la inclusión: desde un campus que, en la mayoría de los casos, es compatible con herramientas de apoyo (amplificadores, lectores de pantalla, etc.) hasta recursos de aprendizaje accesibles, pasando por adaptaciones de las pruebas finales”. Sílvia Mata, de Servicios al Estudiante, añade “El propio modelo de aprendizaje ya se considera inclusivo y accesible: cada uno puede seguir su propio ritmo de trabajo y conectarse cuando quiera y desde casa”.
Además, Mata destaca iniciativas concretas para adaptar el aprendizaje a todos. “La Biblioteca hace todo lo posible para que la mayoría de los recursos de aprendizaje sean accesibles: por ejemplo, subtitular videos, crear audiolibros, asegurarse de que los archivos PDF se puedan leer con programas de voz específicos, etc. Además, el equipo de apoyo también ha establecido una serie de circuitos y protocolos de atención específicos y se compromete a acompañarlos durante toda la vida universitaria. “, él dice. Romero dice que “Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer, ya que todavía hay casos en los que no se puede brindar una atención 100% personalizada”.. Para mejorar la atención de este colectivo, el año pasado se constituyó un grupo de trabajo sobre diversidad funcional, con el apoyo del Área de Globalización y Cooperación, enmarcado en el eje 4, brecha de acceso, del Plan de Transformación Digital de la educación de la UOC.
Un entorno adaptado
Cada persona es un mundo y vive su discapacidad de manera diferente. Además, las dificultades a las que se enfrentan son muy diferentes. Según Romero, “La dificultad más común es un entorno no adecuado a sus necesidades, lo que les lleva a buscar recursos externos. Otro aspecto importante es el punto de vista del grupo: desconocimiento de sus características y necesidades, y un punto de vista estigmatizante o paternalista -dependiendo de los aspectos específicos de su discapacidad- que nada tiene que ver con la realidad”..
Si nos centramos en aspectos puntuales y de estudios previos, como el de Elena Barberà y Eulàlia Hernández, de Psicología y Ciencias de la Educación, junto al Área de Diseño y Calidad, o el del alumno Efrem Melián, tutelado por Julio Meneses -, “Los estudiantes con discapacidad visual pueden tener dificultades para analizar imágenes o leer letra pequeña, obligándolos a buscar sus propias alternativas para ampliar los documentos y poder descifrarlos, o para superar las barreras tecnológicas en la navegación por las páginas web. Las personas con problemas auditivos pueden tener dificultades para comprender mensajes o recursos que no utilizan un lenguaje directo. También hay personas con problemas de enfermedades crónicas que les impiden seguir el ritmo de las actividades académicas durante determinados periodos de tiempo”.dice Romero.
para Romero, “Es necesario realizar tareas de sensibilización de la comunidad universitaria para dotarla de una perspectiva abierta en la interacción con una persona con discapacidad”. “Sin embargo, es importante que esta concienciación se base en la consideración de las personas con discapacidad como autónomos”.él dice. “Es necesario hacer un análisis crítico de las instituciones universitarias desde el punto de vista de la accesibilidad, y es muy importante tener un diagnóstico que tenga en cuenta el punto de vista del estudiante y que identifique tanto aspectos ya superados como todos eso queda por hacer, además hay que destinar recursos para realizar las acciones identificadas en el diagnóstico para garantizar su éxito”.Señala Romero.
Además, según este profesor, “Hay que ir más allá de la concienciación: hay que formar al equipo de la Universidad para que pueda dar un servicio adecuado a las necesidades de cada persona en función de su perfil y funciones, y hay que ofrecer guías”. Romero apuesta por crear un servicio de asesoramiento específico para profesores, colaboradores docentes (PDC) y tutores para que puedan ofrecer tratamientos adaptados a las necesidades de todos los alumnos.
Fuente: Universitat Oberta de Catalunya (UOC)