El parlamento votará el proyecto de ley hoy. A partir del 1 de febrero, los ciudadanos mayores de 18 años estarán obligados a incorporarse.
El domingo pasado, el canciller Karl Nehammer confirmó su intención de seguir adelante con el plan anunciado el año pasado. Así, con la aprobación del proyecto de ley, que también cuenta con el respaldo de la oposición, entrará en vigor en febrero. Quedarán excluidas de la vacunación las mujeres embarazadas, las que tengan problemas de salud y las que hayan tenido coronavirus en los últimos 180 días; el resto podría recibir una multa de 600-3.600 euros por infringir la ley. Usarán el dinero recaudado de las multas para financiar hospitales públicos.
En noviembre pasado, cuando el gobierno conservador y verde anunció la medida, el 65% de la población estaba incluida; hoy, sin embargo, son el 71%. El gobierno dijo que el proyecto de ley se hizo porque no fue capaz de fomentar la inclusión de los ciudadanos. La ley tendrá una vigencia de dos años, tiempo durante el cual será revisada. De momento, han fijado como fecha límite el 15 de marzo para informar a quienes no se hayan vacunado. A partir de esa fecha, se impondrán multas.
El gobierno se ha asegurado el apoyo del opositor Partido Socialdemócrata para impulsar la ley, y ahora solo el FPO de extrema derecha se opone a la propuesta. También hay más ciudadanos que apoyan el proyecto de ley: 45%.
La obligatoriedad no es la única propuesta impulsada por Viena. Según Reuters, también habrá sorteos de insertos con premios de hasta 500 euros. El objetivo del gobierno no es imponer otro cierre, el último de los cuales se impuso en noviembre del año pasado, por veinte días. Los casos también han aumentado en los últimos días a medida que se ha extendido la variante omicron.