losAsociación Catalana de Recursos Sanitarios (ACRA) presentó hoy su Informe Social y Económico con un análisis del sector de las personas mayores dependientes en Cataluña. La histórica falta de financiación que sufre esta área es el principal obstáculo para el sistema de asistencia adecuada a las personas mayores, por lo que ACRA lo considera fundamental “Un aumento sustancial de la financiación de las administraciones, en particular del Estado, y establecer una retribución justa y equitativa entre los usuarios”.
“Queremos un modelo que potencie la autonomía personal, un modelo más flexible para personalizar el acceso a los servicios de adicciones según las necesidades de las personas en cada momento de su vida”explicó Cinta Pascual, presidenta de ACRA.
Hay acuerdo sobre la necesidad de un nuevo modelo para el sector, pero se habla muy poco sobre cómo financiarlo. “Dado que el 70% de las viviendas tienen financiación pública, la inversión pública debe ser mucho mayor”, añade Pascual. El aumento de las inversiones al 2% del PIB, como ocurre en otros países europeos, y el aumento del precio de las tarifas públicas de los servicios, así como de los servicios relacionados con el servicio, debería permitir reducir la lista de espera en Cataluña (unas 10.000 personas para acceder a una residencia) y reducir el llamado limbo de la dependencia, es decir, aquellas personas con la prestación ya reconocida por la ley, pero aún pendiente de cobro. En Cataluña, 1 de cada 3 dependientes se encuentra en esta situación, el peor porcentaje de todo el estado.
En un acto celebrado en el Colegio de Economistas de Cataluña, el informe ACRA, presentado por el presidente de la Comisión Económica, Ramon Ramells, también constató el aumento de las demandas de adicciones en los últimos años, la creciente presión sobre el sistema provocada por el exceso de Envejecimiento de la población, que se incrementará en los próximos años ya que se prevé que más de un tercio de la población catalana tenga más de 65 años en 2050. A finales de 2021, Cataluña contaba con 172.604 personas recibiendo la prestación de dependencia, el 52% de las cuales son mayores de 80 años de edad, un grupo particularmente vulnerable como lo demuestra el COVID-19.
La pandemia ha afectado a los datos del sistema de bienestar, con un descenso de las solicitudes por el grado de dependencia y de los beneficiarios de servicios de financiación pública en niveles similares a los de 2018, especialmente entre las personas mayores de 80 años, que indica cómo evoluciona la edad. fue un factor de riesgo muy importante durante la pandemia.
Paralelamente a la presentación del informe, se celebró una mesa redonda sobre “La sostenibilidad del modelo de atención a las personas mayores en el futuro” a la que asistieron varios presidentes de la patronal autonómica de la unidad, como Rafael Sánchez-Ostiz (Presidente de ANEA) y José María Toro (Presidente de AERTE), así como Cinta Pascual (Presidenta de ACRA). El tesorero de ACRA, Carlos Escudero, moderó el espacio.