Como parte del Día Internacional de las Personas con Sordera, el Federación de asociaciones catalanas de familias y personas con sordera (ACAPPS) ha solicitado que se garantice su derecho a la comunicación con subtítulos, bucles magnéticos y máscaras transparentes.
A pesar de la evolución positiva de la pandemia Covid-19, se siguen aplicando medidas preventivas, como el uso obligatorio de máscaras en el interior y el exterior (cuando la distancia entre las personas es inferior a 1,5 metros) que dañan a las aproximadamente 180.000 personas sordas que viven en Cataluña. .
Aunque la persona sorda lleva audífonos o implantes cocleares, con la máscara el sonido que llega es menos claro y de menor volumen. Esto les dificulta entender lo que les estamos diciendo y, además, cuando tienen la boca tapada, ni siquiera pueden leer sus labios.
ACAPPS ha optado por el uso de mascarillas transparentes (incluidas en el reglamento de mascarillas higiénicas de febrero de 2020) como solución para eliminar estas barreras. Pero lo cierto es que en la práctica ni la administración ni el sector privado han generalizado su uso, hecho que el organismo ha denunciado reiteradamente. “A pesar de la campaña de concienciación #VullLlegirElsLlavis que lanzamos hace un año y que reivindicamos el uso de máscaras transparentes, lamentamos que su uso aún no se haya aplicado ampliamente en escuelas, administraciones públicas o privadas, si no en casos concretos. Esto se traduce en discriminación en la vida diaria de la persona sorda: los estudiantes sordos no pueden asistir a una lección sin poder leer los labios de su maestro; la persona sorda encuentra esta barrera en el trabajo, en el supermercado o en cualquier otra situación cotidiana «, explica Raimon Jané, presidente de la Federación ACAPPS.
98% de las personas sordas
El olvido de las personas sordas que se comunican en lenguaje oral -recuerde que el 98% de las personas son sordas- tiene graves consecuencias para su necesidad de acceder a la comunicación y la información.
Por esta razón, ACAPPS exige enérgicamente que las personas con sordera que se comunican en lenguaje oral sean consideradas en el diseño de políticas educativas, sociales y culturales. Esto significa que medidas como la subtitulación, los bucles magnéticos o las emisoras de FM se incluyen de forma eficaz y amplia en los espacios de uso público y en las actividades de interés general.
Por otro lado, la pandemia Covid-19 ha promovido nuevas formas de comunicación online y remota que también han provocado discriminación entre los sordos. La mayoría de los canales de contacto que ofrecen las instituciones y sus servicios a la ciudadanía utilizan únicamente el teléfono como medio de contacto, lo que excluye directamente a las personas con problemas de audición.
“Ante las distintas necesidades comunicativas de las personas con sordera, se necesitan distintas respuestas. Es necesario enfatizar y no olvidar que son las personas con sordera las que se comunican oralmente y que necesitan apoyo técnico -que existe- para poder acceder a la información en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía: los bucles magnéticos a los equipos, educativos. centros y todo tipo de espacios, subtitulado en vivo de cualquier acto, subtitulado videoconferencia u otras medidas sencillas como facilitar un contacto por correo electrónico o whatsapp como alternativa al teléfono «, concluye Raimon Jané, presidente de la institución.
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